"Con amigos como éstos..."
Nuestros amigos son esenciales para el goce de la vida-ellos nos sostienen y validan nuestra existencia, dice Dorothy Rowe. Entonces cómo elegimos a nuestros amigos? Y qué ocurre cuando las amistades se rompen?
Valoramos a nuestros amigos, pero el camino de la amistad, como el amor, resulta pocas veces fácil. Podemos sentirnos celosos de los logros de una amiga, cuando queremos sentirnos felices por ella. Podríamos encontrar difícil aconsejar objetivamente a los amigos, sin relación con la persona que queremos que ellos sean. Podemos resistirnos a permitir cambios mutuos, a veces distanciándonos de un modo doloroso para todos los involucrados. Y aún así, las amistades son vitalmente importantes, esenciales para el goce de nuestra vida.
Más fundamentalmente, las amistades son esenciales para dar sentido a quiénes somos. Los neurocientíficos han mostrado que nuestro cerebro no nos revela el mundo tal cual es, sino como interpretaciones posibles de lo que ocurre a nuestro alrededor, traído de nuestra experiencia pasada. Como no hay dos personas que tengan exactamente la misma experiencia, no existen dos personas que vean algo exactamente de la misma manera.
La mayoría de nuestras construcciones mentales son inconscientes. Temprano en la vida nuestro flujo de conciencia y construcciones inconscientes crean, como una corriente real, una especie de remolino que pronto se vuelve nuestra más preciada posesión, que es nuestro sentido de ser una persona, lo que llamamos "yo", "yo mismo". Como un remolino, nuestro sentido de ser una persona no puede existir separadamente de la corriente que lo creó.
Porque no podemos ver la realidad directamente, todas nuestras ideas son adivinanzas acerca de lo que ocurre. Así nuestro sentido de ser una persona está construído a partir de estas suposiciones. Todo el tiempo estamos creando ideas acerca de quiénes somos, qué está ocurriendo ahora, qué ha ocurrido en nuestro mundo, y cuál será nuestro futuro. Cuando estas ideas se demuestran a través de eventos como razonablemente exactas, nuestras ideas son validadas, nos sentimos seguros de nosotros mismos, pero cuando se prueban equivocadas, sentimos que nos desmoronamos.
Los amigos son esenciales en este sentido fundamental de validación. Cuando un amigo nos confirma que el mundo es como lo vemos, nos sentimos más seguros, reasegurados. Por otro lado, cuando decimos "estoy destrozado", o "estoy perdiendo el control", podríamos no estar usando clichés para describir un mal día, sino describiendo algo atemorizante que estamos experimentando: nuestro sentido de quiénes somos está siendo amenazado. Tan terrible es esta experiencia, que desarrollamos muchas tácticas diferentes con el objetivo de anular la invalidación y defendernos de ser aniquilados como personas.
SOSTÉN EMOCIONAL
Constantemente estamos evaluando cuán seguro es nuestro sentido de ser persona. Nuestras evaluaciones son aquellas interpretaciones que llamamos emociones. Todas nuestras emociones están en relación con el nivel de seguridad o peligro que nuestro sentido de ser una persona está experimentando. Tan importantes son estas interpretaciones para nuestra supervivencia que no necesitamos ponerlas en palabras, aunque por supuesto podemos hacerlo. Nuestras emociones positivas son interpretaciones que tienen que ver con la seguridad, mientras que la multitud de emociones negativas definen el tipo particular de peligro y su grado. Alegría es "Todo es de la manera que quiero que sea", celos es: "cómo osa esa persona tener algo que es por derecho mía?"
Podemos ser invalidados por eventos tales como la bancarrota de la empresa que nos emplea, pero más frecuentemente somos invalidados por otra gente.
Una amiga me contó cómo su marido había usado su contraseña y pin para vaciar su cuenta bancaria y financiar su hábito secreto de juego. Perder sus ahorros fue un golpe tremendo, pero mucho peor fue la pérdida de confianza en la persona que ella consideraba su mejor amigo.
Cuando ella se describió como desmoronándose, yo le aseguré que lo que se estaban desmoronando eran algunas de sus ideas. Todo lo que debía hacer era soportar un período de incertidumbre hasta que pudiera construir ideas que reflejaran mejor su situación.
La amistad puede ser gratificante pero, como todas las relaciones, también puede ser riesgosa. Las demás personas pueden desilusionarnos, insultarnos o humillarnos, llevándonos a sentir disminuídos y en peligro. Sin embargo, necesitamos a otra gente para que nos diga cuando nuestras suposiciones son correctas, y, cuando son incorrectas, para ayudarnos a hacer evaluaciones más precisas. Vivir completamente a tu manera y con tus propias creencias te alejará cada vez más de la realidad.
El grado de riesgo que percibimos de nuestros amigos se relaciona directamente con el grado de confianza en nosotros mismos que sentimos. Cuando confiamos en nosotros, sentimos que podemos lidiar con ser invalidados, cuando carecemos de seguridad, vemos frecuentemente peligro donde no necesita haberlo. Tomemos los celos, por ejemplo. Si nos sentimos seguros, podemos alegrarnos por el éxito de nuestro amigo en su nuevo trabajo, si nos sentimos inferiores, vemos peligro y tratamos de defendernos con: " No es justo". No podemos ver que nuestra amistad debiera ser más importante para nosotros que nuestro orgullo herido.
Nuestros niveles de seguridad también se relacionan con cuán listos estamos para aceptar el cambio y cuán capaces somos de permitir que nuestros amigos cambien. Para sentirnos seguros de nosotros mismos, necesitamos poder predecir eventos en forma razonablemente precisa. Pensamos que conocemos bien a nuestros amigos, y así podemos predecir lo que harán. Creamos una imagen mental de nuestros amigos, y queremos mantenerlos dentro de los límites de esa imagen. Nuestra necesidad de hacer esto puede invalidar nuestra habilidad de ver a nuestros amigos de la manera en que ellos se ven. No queremos que cambien porque entonces tendríamos que cambiar nuestra imagen de ellos. El cambio crea incertidumbre, y la incertidumbre puede ser atemorizante.
FALLING OUT
Sin embargo, una discapacidad para permitir el cambio puede llevar al fin de una amistad. Cortar con un amigo nos muestra que la imagen de la cual derivan nuestras predicciones acerca de ese amigo, es incorrecta, y si ese es el caso, nuestro sentido de ser una persona es amenazado.
Si perdemos un amigo, debemos cambiar cómo nos vemos a nosotros mismos y nuestra vida. Cada uno de nosotros vive en su propio mundo de significados individual. Necesitamos encontrar amigos cuyo mundo individual sea de alguna manera similar al nuestro para que podamos comunicarnos unos con otros.
Las personas que pueden validarnos mejor son aquellas que podemos ver como iguales, y con quienes puede haber afecto mutuo, confianza, lealtad y aceptación. Tal gente nos da el tipo de validación que construye una autoconfianza duradera a pesar de las dificultades que encontremos.
Éstos son nuestros verdaderos amigos.
Cuando buscamos entender a otra persona, podemos hacerlo solamente a través de la conversación donde no juzgamos al otro, pero pedimos...
Falling out = Romper (una amistad)
ReplyDelete